Tras un breve paréntesis debido a padecer síndrome vacacional, continuo contandoos nuestras vivencias en África y en esta ocasión lo haré de la tribu masai a la que visitamos. Los Masais viven en Kenia meridional y Tanzania y hablan maá, que es una lengua nilotica oriental, si bien muchos de ellos (solo hombres) son capaces de expresarse correctamente en suajili e inglés.
Residen en asentamientos llamados manyattas, círculos de chozas hechas de ramitas y rodeadas por empalizadas para encerrar el ganado. Las chozas se construyen con unos ladrillos preparados a base de excrementos de animales, paja y barro a fin de impermeabilizarlos y endurecerlos.
En su sociedad existe la poligamia (mientras más vacas más mujeres), la circuncisión en los hombres y la ablación en las mujeres. Adornan sus orejas con vistosas dilataciones que adornan con maderas u otros objetos. El hombre, como en casi todas las tribus, pasea al ganado mientras que las mujeres ordeñan a las vacas, cuidan el poblado y de los niños. Lo más característico de esta tribu es su vestimenta, una tela de color rojo anudada en el hombro. Originariamente eran pieles teñidas con sangre las que daban respeto a este pueblo guerrero, pero con la colonización británica las pieles dejaron paso a telas de cuadros escoceses importadas. Las vacas son sagradas y, por tanto, lo son su tierra y todos los otros elementos concernientes a su ganado, hasta el punto de que las roban pues creen que tienen derecho divino sobre todo animal bovino del mundo. El ganado provee de todas las necesidades a los masáis: leche, sangre y carne para su única dieta (eso cuentan aunque les hemos visto comiendo otras cosas), cuero y pieles.
Debido a las influencias del mundo exterior es cada vez más difícil para ellos mantener la forma de vida tradicional del pastoreo. Los gobiernos los han expulsado de muchas tierras y han tenido que adaptar su forma de ganarse la vida incluso entrar a en la economía monetaria e incluso a estar representados en la política.
Por ello y aún conservando muchas de las costumbres triviales hoy en día es fácil ver a los Masais con teléfonos móviles, relojes, y ropa occidental. Una gran parte de sus ingresos proviene del turismo.
Concretamente nuestra visita fue un tour guiado donde nos explicaron cual eran sus costumbres, nos mostraron como hacer fuego con dos palos, los hombres nos hicieron un baile guerrero, nos mostraron una de las chozas, las mujeres nos hicieron una danza con su particular griterío y para terminar pasamos a un mercadillo de productos artesanales y otros importados (desgraciadamente los chinos también han llegado a África)
No obstante y pese al frío y la lluvia que arreció a última hora de la tarde echamos un buen raro y compramos souvenirs para toda la familia.
He aquí algunas de las fotografías.
En su sociedad existe la poligamia (mientras más vacas más mujeres), la circuncisión en los hombres y la ablación en las mujeres. Adornan sus orejas con vistosas dilataciones que adornan con maderas u otros objetos. El hombre, como en casi todas las tribus, pasea al ganado mientras que las mujeres ordeñan a las vacas, cuidan el poblado y de los niños. Lo más característico de esta tribu es su vestimenta, una tela de color rojo anudada en el hombro. Originariamente eran pieles teñidas con sangre las que daban respeto a este pueblo guerrero, pero con la colonización británica las pieles dejaron paso a telas de cuadros escoceses importadas. Las vacas son sagradas y, por tanto, lo son su tierra y todos los otros elementos concernientes a su ganado, hasta el punto de que las roban pues creen que tienen derecho divino sobre todo animal bovino del mundo. El ganado provee de todas las necesidades a los masáis: leche, sangre y carne para su única dieta (eso cuentan aunque les hemos visto comiendo otras cosas), cuero y pieles.
Debido a las influencias del mundo exterior es cada vez más difícil para ellos mantener la forma de vida tradicional del pastoreo. Los gobiernos los han expulsado de muchas tierras y han tenido que adaptar su forma de ganarse la vida incluso entrar a en la economía monetaria e incluso a estar representados en la política.
Por ello y aún conservando muchas de las costumbres triviales hoy en día es fácil ver a los Masais con teléfonos móviles, relojes, y ropa occidental. Una gran parte de sus ingresos proviene del turismo.
Concretamente nuestra visita fue un tour guiado donde nos explicaron cual eran sus costumbres, nos mostraron como hacer fuego con dos palos, los hombres nos hicieron un baile guerrero, nos mostraron una de las chozas, las mujeres nos hicieron una danza con su particular griterío y para terminar pasamos a un mercadillo de productos artesanales y otros importados (desgraciadamente los chinos también han llegado a África)
No obstante y pese al frío y la lluvia que arreció a última hora de la tarde echamos un buen raro y compramos souvenirs para toda la familia.
He aquí algunas de las fotografías.
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