Desde que nos dejara huérfanos la Duquesa de Alba ya hay mas hueco para que postureemos los aristócratas tiesos como yo, ¡y allí me planté!. Eran las 23 y 35 de la noche cuando me pegué a la corporativa municipal. La banda tocaba alegres sevillanas y por allí rondaban rostros conocidos como los Cantores de Híspalis con Pascual Gonzales que tampoco se pierden ni una. Y llegó la hora, el señor alcalde consultó su rolex, comprado en A, y con un pulso nervioso pulsó el botón que encendía las más de 237.000 bombillas del real. Fue un momento muy bonito, la gente aplaudía, incluso algunos lloraban y en esos momentos a los sevillanos se nos olvidó el paro, la crisis, la corrupción, el terrorismo y la polémica de los nazarenos de la Macarena.
Por delante 6 días de beber y comer hasta ponerse hasta las manillas, de bailar y cantar, de montarse en lo cacharritos, de aparentar y de mucho postureo. Feliz Feria de Abril
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