He aquí el alimento de los depredadores. El león se come al ñu, el gueopardo se come al ñu, el leopardo, se come al ñu, las hienas se comen al ñu, los cocodrilos se comen al ñu, los buitres se comen los restos de ñu e incluso el hipopótamo, que es herbívoro, mata al ñu cuando cruza por su terreno.
Tienden a asociarse entre sí y con los de otras especies de ungulados de la sabana, como cebras y gacelas de Thomson, de forma que se producen grandes aglomeraciones de individuos. En contra de lo que pueda parecer, no se produce rivalidad por la comida entre las diferentes especies, ya que las cebras prefieren las hierbas altas y fibrosas, las gacelas prefieren las cortas y secas, y los ñúes las que se encuentran en un término medio. Los ñúes además, se aprovechan de la vista de las gacelas y el olfato de las cebras para descubrir a los predadores.
En nuestro viaje estábamos ansiosos por llegar al Masai Mara y ver a los Ñu, pero la curiosidad termina desapareciendo cuando ves a estos animalillos en todas partes de forma que acabas casi aborreciendolos. Pero mereció la pena presenciar un cruce de río en la que, después de mucho pensárselo se jugaron la vida mientras que los cocodrilos acechaban hambrientos. Solo murió un ñu joven que después de cruzar quiso volver para atrás, pero de cruces anteriores había cientos de cuerpos en descomposición que no pudieron alcanzar la otra orilla y perecieron ahogados, aplastados o devorados.