Corrupción en Kenia

El primer día de trayecto sufrimos nuestro primer contacto con la dura realidad Keniana. Circulábamos por una carretera nacional que atraviesa de norte a sur, la única que se encuentra en buenas condiciones y es una de las principales arterias comerciales del país.  Pronto nos encontramos con un control policial que nos paró y tras pedirle la documentación a nuestro conductor "Simba" nos derivó escoltados hasta una especie de comisaria - desguace que se encontraba a pocos kilómetros  Optamos por que fuera el conductor y el cocinero los que intervinieran, ya que eran autóctonos de la zona, mientras que nosotros, "los blanquitos", nos quedamos esperando junto al camión.

El conductor nos explicó que cuando lo derivaron le dijeron que nos habían multado por circular a mas de 85 km/hora, pero cuando llegamos al lugar cambiaron la versión a que nos habían multado por circular por una vía prohibida para camiones. Mientras la espera conocimos a un grupo de jóvenes locales que también habían sido parados cuando se dirigían a la universidad para realizar unas practicas. Su versión era que la policía estaba recaudando dinero para que el gobierno pudiera pagar los sueldos de los profesores que estaban haciendo una huelga exigiendo mejoras. Decían que era común que con fines gubernamentales se recaudara dinero de esta forma de obtener dinero rápido. O pagas, tengas o no tengas culpa, o te quedas retenido hasta que pagues.

Estos chicos también no hablaron de la corrupción en la política nacional y como los gobernantes se llenan sus bolsillos y los de aquellos que los apoyan. Con este fin se compran votos repartiendo dinero en los poblados y se buscan alianzas con las etnias a cambio de beneficios económicos y sociales y perjudicar a sus enemigos. Por otro lado también observamos en otro lugar como un policía cobraba dinero en metálico para dejar seguir a un mini-camión al que tenia retenido. Pero en general la población ve esta practica como algo normal y la máxima aspiración de todo joven es llegar a ser político o policía porque es como si te hubiera tocado la lotería.

Al final nuestro incidente se solucionó con el pago de 100 euros y dos horas perdidas.